Como norma general no soy muy amigo de utilizar snapshots en las máquinas virtuales, al menos durante mucho tiempo, ya que ralentizan el acceso a disco. Al fin y al cabo hay que comprobar en que disco virtual está escrito el dato antes de leerlo o modificarlo, y eso quiere decir más I/O al sistema de almacenamiento.
Normalmente, en sistemas pequeños de pocas decenas de máquinas, esto no suele presentar muchos problemas pero, cuando pasamos a contarlas con números de tres o cuatro cifras, la cosa cambia ya que el rendimiento del disco suele ser en lo que menos se piensa cuando se dimensiona un sistema virtual. Por lo general solemos sumar la memoria RAM de las máquinas y el espacio en disco que ocupan, pero cuando el entorno crece (y es muy fácil crecer un entorno virtual) nos llevamos el susto.
Para el que no conozca en que se basa la técnica de snapshot aquí hay un vídeo de la KB de VMWare que lo explica a la perfección.